lunes, 2 de julio de 2012

ORIENTACIÓN VOCACIONAL EN LOS ADOLESCENTES


La orientación vocacional de los hijos es un punto muy importante en la educación familiar, pues los padres, como personas próximas a ellos, han de estar a su lado desde el primer momento para ayudarle a elegir y seguir el camino adecuado para cumplir sus deseos.
No es tarea fácil la orientación vocacional de los hijos, de ahí la importancia de la buena formación de los padres. Si no saben qué posibilidades existen, difícilmente podrán aconsejar a sus hijos en cómo conseguir lo que quieren. Pero recuerde que la orientación implica un proceso (ayudar al hijo) y dos elementos: el hijo (sus deseos y capacidades) y los padres (sus deseos y sus posibilidades).
Combinarlos sin que surjan conflictos y frustraciones es la tarea de la orientación.
Hay que considerar la importancia de participar en procesos formativos tanto a nivel personal como a nivel social. Para poder aconsejar al hijo en la forma de decisiones para su futuro laboral hay que estar informado y guiarle adecuadamente. Lo primero que se debería plantear al hijo es que se contestara a una serie de preguntas básicas, como por ejemplo:
• ¿Qué me gustaría hacer y puedo?
• ¿Qué estudios debo escoger?
• ¿Qué consecuencias conlleva el desarrollar esa formación? (Acceso, duración, dificultades, salidas profesionales, etc.).
• ¿Cuáles son mis características y capacidades personales para la opción escogida?
• ¿Estoy dispuesto a mantener la decisión que tomo?
• ¿Qué esfuerzo y sacrificios estoy dispuesto/ a a hacer para alcanzar los objetivos?


LA HORA DE LA DECISIÓN
• Analizar las capacidades: hacer una lista de las asignaturas en que ha tenido mejores notas, las que eran más fáciles, etc.
• Que es lo que más le gusta: encontrar trabajo es difícil en casi todas las profesiones, así que, a la hora de elegir estudios, lo principal será que les guste.
• Cuidado con las carreras con “prestigio”: parece que las posibilidades se reducen a unos pocos oficios conocidos –derecho, medicina, periodismo, etc. En la práctica suelen tener gran competencia.
• Las carreras con futuro: se habla de carreras que tienen buena salida. Es bueno conocerlas, pero las que ahora tienen demanda laboral, cuando el estudiante se licencie pueden estar saturadas.
• Siempre se puede volver atrás: reorientar una vocación frustrada puede hacer que entonces se de lo mejor de sí mismo en esta “segunda oportunidad”.


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