miércoles, 11 de julio de 2012

CELOS ANTE LA LLEGADA DE UN BEBÉ



¿Qué son los celos?
Los celos son un estado afectivo caracterizado por el miedo a perder o ver reducidos el cariño y la atención de alguien querido, porque la persona amada prefiera a otra. Este sentimiento suele ir acompañado de envidia y resentimiento hacia quien se percibe como rival. La persona con celos se considera menos querida que antes.

Es natural que con la llegada de otro hijo, tengas que desdoblar tu cariño y tu afecto. Tu hijo mayor sentirá que ya no tiene la atención exclusiva de sus papás. Al percibir que el pequeño es la novedad de los padres, hará de todo para reclamar la atención perdida. Una de las actitudes más comunes consiste en la imitación de la conducta del bebé. Empezará a chuparse el dedo, a pedir que lo tomen en brazos, a volver a usar el chupete e incluso a hacerse pipí encima nuevamente. Así, comportándose como un bebé, piensa que puede volver a ocupar el trono perdido. 

No obstante, estos cambios también pueden afectar a su carácter. Cuando un niño cree haber sido reemplazado por el pequeño de la casa puede que se vuelva un poco agresivo y esté desanimado y deprimido. Puede que pase de ser un niño tranquilo a convertirse en desobediente y negativo, demostrando oposición frente a las órdenes de sus padres. Otras actitudes negativas son mostrar resistencia a participar en las reuniones familiares, interrumpir las conversaciones de sus padres e ir en contra de las normas aprendidas. Es posible que se muestre más sensible y llorón y, en consecuencia, presentar dificultad para concentrarse y prestar atención, lo que le puede llevar a una alteración en el rendimiento escolar. 


¿Qué debemos hacer?
Recomendaciones para tratar de evitar problemas entre hermanos:
  • Debemos explicarle por qué pasamos más tiempo con el hermanito recién nacido. Los bebés no saben hacer prácticamente nada y necesitan de personas que satisfagan sus necesidades. Podemos sentarnos con él a ver fotos o vídeos suyas de cuando era un bebé y hablar sobre ello.

  •  Hablarle de lo bien que lo pasábamos con nuestros hermanos y/o amigos e incluso decirle que había momentos en que también nos fastidiaba que mamá no pudiera estar con nosotros por estar con nuestro hermano pequeño es una buena manera de que vea que nosotros también lo hemos vivido y que entendemos en qué situación se encuentra y cómo se siente.

  •  Es bueno darle las gracias cuando nos ayude y decirle lo orgullosos que estamos de él por cuidar del pequeño, por avisarnos cuando llora, por acercarnos la ropita al vestirlo o el pañal al cambiarlo y por decirnos qué piensa él que le puede pasar al bebé cuando llora y nosotros no sabemos por qué.

  •  Todos los días tendríamos que buscar un tiempo para hacer con él lo que prefiera sin que esté el bebé con nosotros.

  •  Prestarle atención cuando nos cuente qué le ha pasado en la escuela, cuando nos cante una canción, cuando nos enseñe un dibujo. Necesita que compartamos sus ilusiones con él, hagámoslo.


Conforme van creciendo, los celos pueden seguir apareciendo tanto del mayor hacia el pequeño, como del pequeño hacia el mayor, por eso deberíamos tener en cuenta:
  • Deberíamos evitar los comentarios de lo bien que se porta el hermano o al seguir el ejemplo del otro. Incluso abstenernos de comentar delante de ellos el hecho de que uno aprenda más rápidamente que el otro o lo espabilado que es éste en comparación con el otro.

  •  Aunque tengan la misma habitación deberían sentir que tienen su propio espacio, tanto físico como social. Es bueno dedicarles algún tiempo por separado a cada uno de ellos.

  •  El deseo de compartir las cosas debe nacer de uno mismo. Los niños pequeños suelen tocar todo lo de los mayores. Si el mayor no desea que su hermano toque sus cosas debemos respetar su decisión (y viceversa) y el “déjale que tu hermano juegue con tus juguetes un rato” podemos sustituirlo por “tu hermano quiere jugar contigo o con alguna de tus cosas. ¿A qué crees que podrían jugar juntos o qué puedes dejarle para que juegue?”

  •  Si es el día en que uno de ellos cumple años, el otro no tiene por qué recibir regalos. Es importante que acepten que unas veces le toca a uno y otras veces le toca a otro.


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