Es sorprendente cuánto aprenden los niños por imitación. Si cuando nuestro hijo nos pasa la sal en la mesa le decimos "gracias", si cuando hacemos algo que los hace sentir mal le pedimos "perdón", si cuando nos ofrece algo y no tenemos ganas le decimos "no, gracias" es decir, si lo tratamos con la cortesía que algunas veces reservamos a los adultos, el niño asimilará esta manera de comportarse y la aplicará él mismo. Si ve que nosotros tratamos con cortesía a las demás personas, y sobretodo a quienes están a cargo del niño en nuestra ausencia, él replicará esta conducta.
Además podemos fomentar el uso de las palabras mágicas "por favor", "gracias", "hola", "de nada", sin presionarlos, sin hacer que se sientan mal si no las dicen. es importante recordárselo, pero sin que el tema se convierta en cuestión de estado. Gradualmente, en sus propias relaciones con otros niños y con adultos, aprenderán cuán efectivo y necesario es aplicar las normas de cortesía.
Buenas tardes,que alegría poder encontrar herramientas necesarias para el desarrollo emocional,corporal y espiritual de los niños.
ResponderEliminarLindo trabajo felicidades,Dios y Nuestra madre Santísima la bendigan abundantemente.