¿Qué hago si mi hijo se molesta?
Si empieza a tirar cosas, patea, grita o llora, quédate con él y abrázalo o sujétalo para que no se lastime o hiera a otras personas. No lo avergüences, no lo dejes solo ni demuestres que su enojo te asusta.
La mayoría de episodios pueden controlarse. Hay que identificar qué desata la molestia y entender porque se siente tan impotente o frustrado en determinadas circunstancias. Si no lo expresa verbalmente, presta atención a sus patrones de conducta.
Si logras identificar de dónde viene el enojo, este desaparecerá. Observa a tu hijo. Si ya habla, escúchalo y cuestiónalo, pero con cariño y comprensión. Trata de no criticarlo.
Intenta superar el enojo sin reprimirlo. Generalmente se molestan por injusticias, trato frío, abandono, porque o cumples tus promesas o realizas comparaciones injustas, entre otros.
Mientras el enojo no represente un peligro para él, enfócate en entender porqué está mal en lugar de darle un sermón.
Un bebé aprende cuando:
- Tiene ciertas habilidades innatas y es responsabilidad de quienes lo rodean lograr que se desarrollen al máximo.
- Procesa más rápido la información y tiene cambios fuertes en el primer año de vida. Los genes le proporcionan el potencial.
- Participa activamente en el mundo y experimenta con él. De esta forma conoce cómo funcionan las cosas y realiza su propia interpretación.
- Responde a su entorno mediante la reflexión de sus acciones y toma conciencia y decisiones sobre cómo reaccionar.
- Además recopila información de sus experiencias y las aplica en la realidad, descubre las cosas examinando cómo su mundo afecta a su cuerpo y por medio de intercambios y experiencias, construye el conocimiento.
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