sábado, 17 de diciembre de 2011
EL JUEGO
Es una actividad imprescindible para nuestro niño, pues es necesario para el desarrollo intelectual, emocional y social.
Permite tres funciones básicas de la maduración psíquica: la asimilación, la comprensión y la adaptación a la realidad externa.
Exige ofrecerle al niño el tiempo y la dedicación necesaria.
Favorece las adquisiciones sociales tempranas, como las habilidades de comunicación social. Es una preparación para la vida adulta.
Como conducta exploratoria, impulsa la creación de campos de acción y la creatividad.
El juego es una actividad, además de placentera, necesaria para el desarrollo cognitivo y afectivo de nuestros pequeños. El juego espontáneo y libre favorece la maduración y el pensamiento creativo. A través del juego, los niños empiezan a comprender cómo funciona el mundo.
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