jueves, 21 de junio de 2012

EL PROBLEMA DEL FRACASO ESCOLAR



El estudio debe ser para el niño o el joven una fuente de placer y satisfacción. Es cierto que este objetivo no es fácil de conseguir debido, entre otros, a dos posibles factores:
- El niño y sus características personales diferenciadoras.

- Las situaciones externas a él que le pueden afectar a sus capacidades y a su motivación, como pueden ser: elementos de distracción (TV, videojuegos, Internet, etc.), una familia poco motivadora y una escuela muy académica.
Estas y algunas otras razones pueden convertir el estudio en un problema para el niño, más que en un placer.
Muchos de los problemas escolares de un niño proceden frecuentemente de algunos aspectos de su vida que puede no tener nada que ver con la escuela y que, por tanto, no se descubren fácilmente. Muchas veces son consecuencia de problemas personales del niño (que no se detectan), del entorno familiar (algunos problemas de los padres repercuten emocionalmente en los hijos) o del entorno social (el grupo de pertenencia y las relaciones que se producen puede afectarle emocionalmente).
Los padres deben y pueden ayudar a sus hijos a resolver éstos y otros problemas que les puedan llevar al fracaso escolar. Para ayudar a sus hijos a estudiar tengan en cuenta los siguientes aspectos:

1. La organización y el hábito del estudio.
Es uno de los elementos más importantes en el estudio, como para los demás aspectos de nuestra vida.

Es labor de los padres lograr que los hijos sigan:
• Un horario fijo y razonable para las comidas.
• Un tiempo de dedicación al estudio.
• Descansos cada cierto tiempo (dependiendo de la edad) entre actividades más difíciles o complicadas.
• Momentos de relax después de las comidas y del fin de las tareas diarias.
• Respeto por las horas de sueño.


2. Motivar a los hijos.

La motivación se desarrolla poco a poco. Para desarrollar la motivación hacia los estudios la función de los padres deberá empezar por reforzar los logros de sus hijos, lo que fortalece la autoestima. Si los padres insisten en esta colaboración positiva, con el tiempo los hijos pueden pasar de la motivación recibida a proporcionarse ellos mismos motivación, es decir, a automotivarse. La automotivación se da cuando la persona encuentra satisfacción esforzándose por hacer bien las cosas por él mismo. La automotivación es fundamental para triunfar en la escuela.


3. La importancia adecuada de las calificaciones.

Los problemas en la familia relacionados con las calificaciones bajas de los hijos resultan especialmente significativos por la mezcla de conflictos, enfrentamientos, sentimientos y emociones que, a veces, generan. Por todo esto, conviene no dramatizar la situación pues para los padres debe ser mucho más valioso el proceso de estudio que los resultados parciales.
Hay varias cosas que pueden hacer los padres (antes que desesperarse) para desarrollar actitudes acertadas ante las calificaciones bajas de los hijos:
- Averigüen cómo examina y califica el profesor para así ver que cambios podría hacer su hijo para obtener mejores calificaciones.
- Comprueben si su hijo es consciente de lo que tiene que hacer para obtener buenas calificaciones.
- Después de hablar con él, si lo creen necesario, pidan una entrevista con el profesor, quizás les pueda orientar hacia la búsqueda de la solución.
- Mantengan un contacto regular con el colegio y los profesores, así las calificaciones nunca serán una sorpresa; además, revisen regularmente sus deberes y su actitud frente al estudio.
- Antes de enfadarse o dar sus opiniones pregúntenle a su hijo qué piensa sobre ellas, así oirán su propia opinión, que valore su actitud y empiece a decidir por sí mismo la forma de mejorarlas. Si no reacciona
intervengan con sus observaciones y posibles soluciones.
- Recuerden que las calificaciones de su hijo son menos importantes que su actitud hacia el estudio y la escuela.
- Tengan cuidado con castigar a su hijo por las malas calificaciones, suele dar mejores resultados averiguar por que se dan e intentar, junto con su hijo, conseguir mejorarlas.
- Además de las calificaciones es importante que premien la actitud y el proceso que su hijo sigue para conseguir las buenas notas. Es decir, se debe valorar más la responsabilidad, el esfuerzo, la constancia y
el sacrificio realizado, que las notas en sí mismas.


4. La concentración y las técnicas de estudio

Las técnicas de aprendizaje son muy útiles para estudiar de una forma positiva y eficaz, y para ello, los
padres tienen que ayudarle proporcionándole una buena base (horarios, libros, etc.), pero sin meterse demasiado en su trabajo, ya que el hijo debe ir aprendiendo a trabajar solo para su propio beneficio, y es él, al fin y al cabo, quien decidirá cómo estudiar mejor. Por lo tanto, el papel paterno consiste en conocer las técnicas de estudio y ponerlas al alcance de su hijo, además de estar a su lado si lo necesita.


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