miércoles, 12 de junio de 2013
martes, 11 de junio de 2013
sábado, 8 de junio de 2013
LOS BERRINCHES EN LOS NIÑOS
Muchas veces escuchamos frases como: “mi hijo no me hace caso, se tira al piso, sólo quiere hacer lo que él quiere, llora, patalea…; nosotros como papás ya no sabemos que hacer”.
Lamentablemente muchos padres no saben cómo enfrentar este tipo de situaciones, y es ahí dónde se cometen algunos errores a la hora de tratar de detener estos berrinches.
Los berrinches se manifiestan en todo momento y es muy frecuente en niños a partir de los 2 años.
¿Qué son los berrinches?
Los berrinches son una reacción extrema del comportamiento emocional negativa por parte del niño que se manifiesta a través de llanto, gritos, patadas, llegando incluso a tirarse al suelo con tal de conseguir lo que desean. Conforme se les ignora en el berrinche, la conducta tiende a incrementarse convirtiéndose en un acto insostenible para muchos padres, sin embargo ser constante con este método termina por hacer que los niños cedan y acaben con esta conducta negativa.
¿En qué casos aparecen los berrinches?
- Cuando los niños no quieren seguir las normas impuestas por los padres. Y es que los niños muchas veces quieren hacer cosas que no están permitidos.
- Cuando desean que se les compre algo. El niño cree que por el simple hecho de querer algo inmediatamente lo obtendrá, y cuando esto no sucede busca la forma de conseguir el objeto mediante el llanto y gritos.
- Cuando no quieren comer. Basta que un alimento sea desagradable para él, empieza la resistencia por recibir el alimento y comienza la armonía entre el grito y el no rotundo.
- Cuando el niño no logra comunicar correctamente lo que desea, sea por una falta de habilidad lingüística. Las habilidades cognitivas y físicas se desarrollan mucho antes que las del lenguaje, es por ello que el niño al no dejarse entender verbalmente se frustra y termina en un berrinche.
- Cuando quieren llamar la atención de los padres. Es una forma de conseguir que la mirada de los progenitores se dirijan hacia él.
Actitud de los Padres frente a un berrinche.
Para poder controlar un berrinche, aquí no funciona ni los gritos, ni los golpes, ni dar explicaciones a los niños y ni hablarles para que entiendan la situación.
Lo esencial es no perder la calma y no dejarnos ganar por nuestros impulsos. Es importante que los padres tomen el control de la situación a fin de que el niño no nos gane con el berrinche y no obtenga el poder para manipularnos.
Los padres deben recordar:
• Cuando el niño se encuentra en un estado de fatiga, fuera de su rutina diaria o en situaciones de excesiva estimulación, los niños tienden hacer berrinches, es por ello que los padres deben observar en que momento o bajo qué situación se producen los berrinches para poder así anticiparse a ellos.
• Cuando el niño realice tareas que generen su poca tolerancia a la frustración es oportuno que los padres intervengan dando una pequeña ayuda para así evitar la situación de conflicto del niño que termine en un berrinche.
• Es importante advertir al niño que ciertas actividades que están realizando, están por culminar a fin de que el pequeño esté preparado para afrontar el cambio de escenario.
• Cuando vayan a realizar una actividad fuera del hogar, es decir, salir, indicarle al niño como debe comportarse, que puede hacer y que no puede a fin de que vaya mentalizándose para dicha salida.
¿Cómo manejar un berrinche?
Muchos padres se estresan cuando ven a su hijo haciendo un berrinche, lo ideal es mantenerse firme frente a aquello por lo cual el niño está haciendo el berrinche.
Evitar llevarse por sentimientos de pena o de ira para poder conservar así la postura frente al niño.
Aquí algunas pautas:
- Hay que tener en cuenta en primer lugar la edad del niño para poder elegir mejor el método correctivo frente a un berrinche.
- Recordar que el niño está fuera de control y lo que necesita es que lo ayudemos a calmarse, para ello debemos evitar incrementar más los berrinches con gritos o explicaciones.
- Restarle importancia al berrinche; es decir, ignorar al niño por completo, no mirarlo, ni dirigirle la palabra mientras dure el berrinche a fin de que entienda que así no logrará nuestra atención o lo que él requiera. Después de terminado el berrinche recién acercarnos para platicar con él.
- Presentarle al niño una actividad opcional, es decir un distractor, a fin de que pueda romper con el berrinche. Esto mayormente se trabaja con niños más pequeños.
Ps. Essy Salcedo P.
Instituto Eupsiquia
Jr. Germán La Peyre 351 - Santiago de Surco
Telf. 448-1743
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