viernes, 13 de mayo de 2016

NECESIDADES E INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN



Los niños con Sindrome Down presentan un ritmo de desarrollo diferente en el ámbito psicomotor, cognitivo, del lenguaje y social que requiere una estimulación adecuada a lo largo de los primeros años de escolarización. Se trata de ofrecer una atención educativa especializada que favorezca el desarrollo psico-evolutivo y sus habilidades para aprender. Sus necesidades más relevantes son:
  • La mejora de su capacidad perceptiva visual y auditiva, los procesos de discriminación y reconocimiento de los estímulos visuales y sonoros.
  • El desarrollo de las habilidades y destrezas motoras implicadas en la coordinación dinámica general, el control postural, las conductas motrices de base, las habilidades motrices finas y el proceso de lateralización.
  • La estimulación de las funciones cognitivas básicas, atención y memoria, así como de los procesos de representación, simbolización y abstracción que conduzcan a la superación y completación de los diferentes estadios evolutivos.
  • La adquisición y consolidación del lenguaje oral expresivo y comprensivo, atendiendo tanto a la voz y a la articulación de los sonidos de la lengua como a la comprensión y construcción del discurso (la adquisición del vocabulario básico y el empleo de las estructuras morfosintácticas).

ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS
  • Necesitan que se le enseñen expresamente habilidades que otros niños aprenden espontáneamente, sin ser conscientes de ello.
  • El proceso de consolidación de lo que han de aprender es más lento. Adquieren los conocimientos más despacio y de modo diferente. Necesitan más tiempo para culminar su aprendizaje y en consecuencia mas tiempo de escolaridad.
  • Precisan de mayor número de ejemplos, de ejercicios, de actividades, más práctica, más ensayos y repeticiones para alcanzar las mismas capacidades.
  • Requieren de una mayor descomposición en pasos intermedios de la habilidad objeto de aprendizaje, y una secuenciación de objetivos y contenidos más detallada.
  • Es necesario que el trabajo autónomo, sin supervisión, se establezca como un objetivo prioritario desde edades tempranas.
  • Los aprendizajes deben ser prácticos, útiles, funcionales, aplicables de manera inmediata o cercana a su vida cotidiana.
  • Con frecuencia requieren de apoyo de personal especializado que complementen la labor llevada a cabo por los profesores de aula y los asesoren en aspectos de intervención específicos.
  • Los procesos de atención y los mecanismos de memoria a corto y largo plazo han de ser entrenados de forma específica con programas de intervención dirigidos expresamente hacia la mejora de esas capacidades.
  • El aprendizaje de los cálculos más elementales es costoso para ellos. Tienen dificultades con los ejercicios matemáticos y numéricos, con los problemas y con las operaciones. Necesitan un trabajo sistemático y adaptado en matemáticas, dirigido hacia objetivos prácticos.
  • EL lenguaje es un campo en el que la mayor parte de los alumnos con síndrome de Down tiene dificultades, por lo que requiere un trabajo específico.
  • Respecto a la lectura, una gran mayoría puede llegar a leer de forma comprensiva, siendo recomendable el inicio temprano de esta enseñanza.
  • Es necesario aplicar programas específicos de autonomía personal, entrenamiento en habilidades sociales y educación emocional, dirigidos a promover su independencia.

INTERVENCIÓN DE LA FAMILIA

  • Ver a los padres como padres, no como padres que tienen un hijo deficiente.
  • Debemos ser respetuosos y sensibles a los diferentes estilos, diferencias culturales, necesidades y problemas planteados por las familias.
  • Dar la oportunidad a las familias de participar en todos los aspectos del programa de intervención. Esto les dará un conocimiento mayor de las posibilidades de sus hijos y les aumentará la seguridad en sí mismos y en las expectativas que dentro de su realidad tienen para él.
  • Tener en cuenta que la familia es un sistema en constante interacción por lo que debemos ser flexibles a los diversos y continuos cambios, así como a las necesidades que van surgiendo en la unidad familiar.
  • Ayudar a los padres a que se sientan competentes en su papel de padres no desacreditarles ni disminuirlos en sus capacidades, ya que esto sólo les perjudicaría.
  • La comunicación entre padres y profesionales debe ser constante y muy fluida.

IMPORTANCIA DEL GATEO



El gateo es un proceso que constituye un gran avance para el bebé, a nivel neurológico y de coordinación. El gateo prepara al niño para posteriores aprendizajes, especialmente para el proceso de lectura y escritura; de igual manera le permitirá tener mayor autonomía, pues podrá desplazarse con toda libertad y seguridad por donde él desee. 

El gateo permite crear conexiones entre los hemisferios del cerebro, así pues cuando el bebé gatea coordina sus movimientos de tal manera que el brazo derecho va sincronizado con el pie izquierdo y el brazo izquierdo con el pie derecho (patrón cruzado), esto es posible gracias a que la información es pasada de manera rápida de un hemisferio al otro, como se sabe, el hemisferio derecho controla los movimiento de las extremidades izquierdas de nuestro cuerpo y el hemisferio izquierdo controla los movimientos del lado opuesto. Cuando ambos hemisferios trabajan de manera coordinada es posible realizar movimientos en simultáneo con ambos lados del cuerpo como por ejemplo pasarse objetos de una mano a otra o tomar apuntes cuando estamos escuchando una clase. Este tipo de conexiones no sólo permitirá adquirir destrezas motoras y movimiento sino también permitirá el desarrollo de diferentes funciones cognitivas.   Por otro lado cuando el bebé gatea, recorre diferentes superficies y texturas, esto permitirá desarrollar la sensibilidad táctil de los dedos y de la palma de la mano, lo que favorecerá el agarre de objetos pequeños, coger correctamente el lápiz e iniciar con éxito el proceso de escritura.

Además de ello es necesario saber que el gateo favorece los procesos de convergencia y acomodación visual, esto permite focalizar correctamente un objeto y saber a qué distancia está y dónde se encuentra ubicado (nociones cerca-lejos), es decir que gracias al gateo hemos aprendido a resolver problemas tales como superar obstáculos, librarnos o pasar sobre ellos, realizar juegos de encaje, rompecabezas y cualquier problema que requiera la orientación espacial.   En consecuencia, el gateo permite adquirir procesos y habilidades importantes para el futuro del niño, es importante estimularlo pero tampoco forzarlo, si su bebé aún no gatea, no se alarme, pues todos los niños tienen un particular ritmo de desarrollo, a veces los niños que gatean más temprano tardan más en caminar, pues les parece más fácil y rápido que mantener el equilibrio caminando. Lo importante es que el niño se desarrolle con normalidad y que asiste a todos sus controles pediátricos.   ¡Importante!   No olvide: Respete el ritmo de aprendizaje de su niño, no lo presione, el desarrollo es un proceso evolutivo, no una competencia.



Fuente: Cosas de la Infancia

EL PROCESO DE LATERALIZACIÓN



Partamos por definir que es LATERALIDAD?

Podemos definirla como el predominio de una parte del cuerpo. El proceso de lateralización forma parte del desarrollo del esquema corporal y es una consecuencia de la actividad motriz y la percepción de sus resultados. La Lateralización se va instalando progresivamente a nivel de todo el cuerpo y se evidencia concretamente en lo visual, auditivo, manual y podal.

Tener bien desarrollada la lateralidad no significa saber donde está la mano derecha e izquierda, sino que significa poseer toda una mecánica de coordinación psicomotriz. La preferencia de la utilización de un lado u otro del cuerpo está estrechamente relacionada con la lateralización cortical y la maduración del sistema nervioso. 

En cualquier caso, lo importante es que todo un lado de cuerpo, derecho o izquierdo, sea el dominante, dejando al otro la función equilibrante. El proceso de lateralidad comienza por reconocer que su propio cuerpo gira sobre su eje hacia uno y otro lado. Luego reconoce las dimensiones de su cuerpo: adelante, atrás, uno y otro lado.


TIPOS DE LATERALIDAD
  1. Diestro: cuyo predominio cerebral es del Hemisferio Izquierdo y realizaciones motrices de derecha.
  2. Zurdo: predominio cerebral del Hemisferio Derecho y realizaciones motrices de izquierda.
  3. Diestro Falso: son aquellas personas que han sido obligadas a realizar tareas con la derecha por considerar la zurdería como algo negativo.
  4. Ambidiestro o ambidextro: zurdo para algunas actividades y diestro para otras.
  5. Lateralidad Cruzada: las manos y el ojo predominante no son del mismo lado.

EVOLUCIÓN DE LA LATERALIDAD EN EL NIÑO Y PROCESO DE ACTUACIÓN
  • 0-3 años. El niño no puede distinguir entre los dos lados de su cuerpo.
  • 4-5 años. Conciencia de que las extremidades se encuentran a los lados del cuerpo, pero no de su ubicación derecha e izquierda.
  • 6-7 años. El niño advierte que los órganos y miembros izquierdo y derecho se encuentran en lados opuestos de su cuerpo, pero no sabe que esas partes son la derecha e izquierda.
  • 8-9 años. Conciencia plena de las partes laterales de su cuerpo.




ACCIONES EDUCATIVAS EN EL PROCESO DE LATERALIZACIÓN
Lo importante es presentar estas actividades de manera lúdica, ya que el juego es un factor de motivación.
El enfoque educativo de la lateralidad será diferente si tratamos con alumnado de pre-escolar, o si las actividades van dirigidas a alumnado de educación primaria.
  • De 3-6 años. El principal objetivo es que el niño reconozca y fije el dominio de un segmento sobre el otro, mediante un máximo número de vivencias motrices que comprometan el segmento dominante.
  • De 6-8 años. El principal objetivo es que el alumnado afiance la lateralidad que ya tiene fijada por medio de ejercicios de independencia  de segmentos, relación con el espacio, interiorización de las diferentes partes que intervienen en el movimiento.
  • A partir de los 8 años y más podemos centrarnos ya en buscar la cualidad de los movimientos de los segmentos no dominantes, así como mejorar la coordinación entre ambos lados del cuerpo cuando estos realicen movimientos diferentes.