lunes, 10 de septiembre de 2012

LOS PADRES COMO MODELOS POSITIVOS DE AUTOESTIMA

Pepito tiene 4 años y acaba de pintar su primer dibujo y se lo ha enseñado a su mamá, mientras lo terminaba, ella, aunque ocupada ha seguido las intenciones de su niño, sus esfuerzos por no salirse de la raya han sido premiados con la atenta mirada que su madre le ha prodigado. Pepito está tan contento que ha enseñado su dibujo a todo aquel que iba llegando a casa. Antes de acostarse (8:00 pm) ha dejado su hoja en la cama de su padre, ya que ese día iba a llegar tarde, pero aun así él quería que también lo viera. Su madre al acompañarlo mientras se quedaba dormido, contemplaba su rostro de felicidad, era uno de los dibujos que mejor había pintado, y quería que todos lo miraran, porque para él eso lo llenaba de alegría, el sentir que había pintado sin errores, seguramente lo iba a acompañar mientras dormía, para soñar que era el mejor pintor de aquí hasta las estrellas.

Que importante es sentir la mirada, de quien para el niño es precisamente una figura referente y significativa de valor considerable, Mamá, Papá o quien lo acompañe, se convierte en el depositario de la confianza que se le suele prodigar que es en realidad  la base para lo que dentro de muy poco le de al infante que se hace niño, la idea del si mismo, fundamente y elemento constituyente de la Autoestima, es decir la valoración que hace de sus logros y capacidades, en función de la propia valoración que recibió y se le prodigó. es así como se construye esta parte importante en el desarrollo de la personalidad que representa un punto crucial en la vida adulta del ser humano ya que esto le va a permitir, afrontar los retos y dificultades que la vida le presenta, el sentido y la valoración que tenga de sus capacidades, será el valor agregado en situaciones difíciles que le toque vivir.

Es a través del Modelo que los padres representan para el niño lo que cuenta, ya que el infante, y más aun el bebé es quien recibe la primera mirada, las palabras, las canciones y caricias, expresiones todas ellas de reconocimiento y sentido de la existencia de carácter vital, que lo ubica en el mundo con esa carga de seguridad y confianza, que lo hacen sentirse aceptado.

A medida que va creciendo, hay momentos en el desarrollo de los hijos, que van a necesitar: ser mirados, halagados, calificados, escuchados, también premiados, todo ello dentro de un clima y lo recalcamos: de afecto incondicional.
Suele suceder que a veces los padres ofrecen premios o regalos a cambio de logros como: portarse bien, hacer los deberes o tareas, sacar sólo calificativos sobresalientes y más aun ser el primero delante de los demás niños. Si usted piensa o actúa de ese modo, está construyendo una imagen distorsionada de su niño, una falsa valoración (autoestima). El amor, el aprecio, el afecto y los regalos y premios. son y deben ser INCONDICIONALES, porque tienen que ver con la existencia, con el acompañarlos en su crecimiento, con el aceptarlos y conocerlos aun en sus "travesuras" y "malcriadeces".

Prodigarles modelos de Autoestima tiene que ver con esperarlos, a su regreso de la "batalla" que libran cada vez que están frente a sus primeros exámenes, a sus primeros ejercicios, sus riñas o peleas, sus dudas y temores, en fin cada vez que se enfrentan a una realidad, a la cual tienen que vencer, aunque esto sea: aprender a ir al baño, amarrarse los zapatos o abotonarse su camisa. Logros de los cuales seguramente se sentirán orgullosos de compartirlos con Usted.

...Aunque esté cansado, dele una mirada, dígale que ¡está bien! aunque sea la quinta vez que se lo repita, con su esfuerzo está asegurando el bienestar de su hijo.

2 comentarios:

  1. hola. hoy estuve ayudando a aprender a mi hija a gritos y cachetadas se que estoy mal pero me gustaria enmendarlo. que puedo hacer...

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  2. Hola, todo niño debe ser tratado con mucha paciencia y amor; y mucho mas cuando se le enseña un nuevo aprendizaje, cada niño tiene su propio ritmo para aprender. Considero que si eres consciente de que "estás mal", te sugiero buscar ayuda para poder canalizar tu enojo, el niño aprende con amor, paciencia y tiempo y no con agresiones físicas y menos psicológicas, maltratas su autoestima y deterioras la relación madre-hijo.

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