jueves, 16 de agosto de 2012

FELIZ DÍA DEL NIÑO

Este 3º domingo de Agosto celebramos el Día del Niño. por ello les dejo algunos dibujos alusivos a la fecha, algunos de ellos para colorear.

























































 



















JUEGOS VISUALES MOTORES



                   



Los  ejercicios visuales motores son los más importantes para la educación de los niños pequeños. Ocupan al sujeto de un modo activo, fijan la atención y la mantienen mediante la serie de las excitaciones sensoriales de las que son el punto de partida y, por esto mismo, satisfacen más que todos los otros. Desarrollan también la lógica elemental mediante la constatación natural de los errores cometidos.

Los bloques: Pueden trabajarse de la siguiente manera; una caja que contenga bolos; bloques de madera de dimensiones ligeramente inferiores a las de los ladrillos ordinarios, una tercera contiene todos los viejos cubos de las cajas de juegos de puzzles fuera de uso; finalmente, una cuarta contiene paralelepípedos y cajas de lata, que pueden servir para pequeñas construcciones.
Se invita al niño a colocar en una de las cajas los objetos previamente esparcidos por el suelo a una pequeña distancia. La caja puede ser colocada a cierta altura para obligar al niño a subirse cada vez a una silla. siendo nuestro objeto inducir a un trabajo personal, por mínimo que sea repetimos cada día el ejercicio hasta que el niño efectúa el traslado sin que el maestro tenga necesidad de intervenir directamente, o sólo son el estímulo verbal desde lejos, mientras se ocupa de otro niño.
Una vez que el niño ha aprendido a colocar de nuevo los diferentes objetos en sus cajas respectivas, se le induce a clasificar los bloques en orden a lo largo de la pared o en la misma caja y a hacer pequeñas construcciones, a colocar los bolos en pequeños cuadrados hechos con tiza, etc. Intentamos siempre que ejecute él solo los ejercicios.
Ocurre que algunos niños inquietos realizan muy bien estos ejercicios de clasificación que permiten la marcha, el movimiento, pero son incapaces de ejecutar una ocupación en la que deban permanecer sentados o casi inmóviles.

Los cubos: Los sometemos a ejercicios muy breves al principio y luego a más largos, que consisten entre otras cosas, en clasificar cubos en una pequeña caja que contiene número exacto de ellos. Estos cubos, de diversos colores en sus seis caras, se colocan al principio sin distinción de colores; luego gradualmente, se induce al niño a formar con los colores pequeños dibujos de mosaicos. A menudo este juego acaba por interesarles mucho.




La clasificación: Consiste en hacer clasificar pequeños objetos en las cajas de madera, cada una de ellas de cuatro a seis compartimientos.
Los objetos serán elegidos primero entre los que el niño ve y maneja constantemente, tales como bolitas, anillos, vestidos de muñecas, etc,
El propio niño puede elegir el compartimiento para colocar los diversos objetos, o se puede poner uno en cada casilla como modelo.
También se puede situar en cada compartimiento una etiqueta con el dibujo y el nombre del objeto.
Entonces son las propiedades globales de los objetos las que contribuyen a su diferenciación.
Luego, la clasificación podrá fundarse en cualidades aisladas; diferencia de tamaño, de aspecto, de detalle, etc.


El encaje: Consiste en encajar, una en otra, cajas cúbicas de tamaños decrecientes y a las que le falta una cara.





El cosido: Constituyen un excelente medio para desarrollar las coordinaciones visuales, manuales y sensomotrices, aparte de la lógica, la atención y otras funciones mentales. Generalmente se practican con papel resistente o con cartón. Estos juegos se componen de una serie de tablillas, que llevan un dibujo y están perforadas, permitiendo al niño seguir mediante un cordón o un hilo los contornos de los dibujos representados.

Fuente: Juego Educativo

sábado, 11 de agosto de 2012

ADOLESCENCIA: El cuerpo y la imagen corporal


La adolescencia es un momento de importantes cambios corporales: crecimiento del tamaño del cuerpo, cambio del timbre de la voz, nueva fuerza física, aparición del vello, mayor prominencia de los caracteres sexuales, nuevas sensaciones ahora posibles en relación con el sexo. A esos cambios los acompaña, por otra parte, una mayor conciencia de sí mismo, que empieza por percatarse del cuerpo. La adolescencia es un período de aguda toma de conciencia acerca del propio organismo. Es verdad que la imagen corporal básica se halla establecida ya en el niño pequeño, mucho tiempo antes, por tanto, de la adolescencia. Pero los cambios sobrevenidos en la pubertad obligan ahora a revisar y rehacer la imagen del propio cuerpo.

Los y las adolescentes se hallan seriamente preocupados/as, afectados/as por el propio físico, por la apariencia de su figura corporal. Cuando se les pregunta por rasgos propios que le agradan o que le desagradan, los adolescentes citan características físicas, corporales, más que psicológicas, intelectuales o sociales. Ha podido decirse con razón que el adolescente es su cuerpo y su cuerpo es él.

Los dos principales aspectos de la representación del cuerpo propio en el adolescente son la eficiencia física y el atractivo corporal. Ambos se relacionan estrechamente con el autoconcepto y la autoestima global. Cuanto más atractivo o eficaz cree el adolescente que es su cuerpo, tanto más positiva y elevada resulta su autoestima.

Cualquier mejora o perfeccionamiento en la apariencia y en la competencia física redunda en elevación de la autoestima. Eso quiere decir, por otra parte, que cualquier elogio veraz, no halago, cualquier reconocimiento de las cualidades corporales de chicos y chicas genera no ya sólo satisfacción, sino seguridad en la imagen e identidad propia. Una fecunda línea educativa es por eso enseñarles a estar a gusto con su propio cuerpo.

Existen diferencias entre chicos y chicas. Ellas, por lo general, están más preocupadas por el atractivo y la apariencia corporal: cómo les ven los demás. Ellos, en cambio, lo están por la eficiencia física: cómo funciona y cómo perciben su cuerpo en cuanto capaz de hacer cosas. Eso, en el extremo, puede llevar a problemas típicos de la edad. La excesiva preocupación por el cuerpo no ya esbelto, sino delgado, conduce a algunas adolescentes a trastornos de la alimentación , cuyo extremo más dramático lo presenta la anorexia, uno de los cuadros psicopatológicos más difíciles y peligrosos. En otra dirección , el afán de demostrar la fuerza física lleva a muchos adolescentes a acciones de violencia, de daño a las cosas y a las personas. A los adolescentes hay que hacerles ver que destruir es más fácil que construir; que eso tiene poco mérito y que su eficiencia y habilidad física ha de demostrarse por otras vías: en el deporte, en la destreza artística, manual, en el trabajo, en hacer cosas. A las adolescentes hay que decirles que cada silueta de cuerpo y cada fisonomía de rostro tiene su atractivo, si bien lo tiene para diferentes personas y también para diferentes tipos de relación: las modelos de modas y las portadas de revistas atractivas, pero que hay otras muchas variedad y no un canon único.

La falta de desarrollo de las características sexuales primarias o secundarias o el retraso en él constituye una fuente de preocupación seria, mencionada con frecuencia por los adolescentes. La diferencia misma en el ritmo de crecimiento físico les ocasiona problemas de autoconcepto y autoestima, así como de relación con otros. La ansiedad por el propio atractivo corporal y por la eficacia física se ve reforzada por los medios de comunicación cuando presentan y propagan un cierto ideal físico de hombre y mujer que, según los modelos del momento, sería necesario para triunfar en la vida. El espejo es entonces el instrumento confidente del narcisismo del adolescente. Cada mañana o varias veces al día se le consulta a ese confidente mudo, pero revelador, si uno/una es la persona más atractiva del mundo o al menos si es atractiva en grado suficiente o para alguna persona determinada. Y es mala señal el odio al espejo: también hay adolescentes que lo aborrecen y rehuyen, igual que huyen de la fotografía; tan a disgusto están con su propia imagen.

Fuente: Martí y Onrubia.

jueves, 9 de agosto de 2012

CREATIVIDAD: Te cuento un cuento...

Nuevamente les traigo unos diseños para que ustedes puedan emplearlos para trabajar con sus niños, creando historias en base a las láminas, para usarlas en la expresión verbal o para colorearlas, según las necesidades de su aula.